El lenguaje en la aviación y la comunicación entre pilotos
Con el rápido aumento de los viajes internacionales, el panorama de la aviación se ha vuelto cada vez más multicultural y globalizado. Sin embargo, esto conlleva un reto importante: dado que en este sector participan personas de distintas partes del mundo, ¿cómo es posible comunicarse y trabajar juntos sin problemas?
La respuesta es que existe una habilidad importante tanto para los pilotos como para el personal de pista y torre de control y la tripulación de vuelo: se trata del conocimiento del
lengua inglesa y del lenguaje de la aviación.
El inglés es el idioma estándar de la aviación (así como de otras industrias) en todo el mundo. Dado que está reconocido como norma mundial, muchas compañías aéreas se comprometen a que sus profesionales cuenten con los conocimientos de inglés adecuados para una comunicación clara y eficaz. El dominio de este lenguaje también debe ser directamente aplicable a situaciones aeronáuticas de la vida real: por esta razón, se declina en un lenguaje técnico y una terminología adecuados para este sector.
La capacidad de hablar, escribir y comprender la meteorología, la física, la navegación, la electrónica y la aviónica, las reglas del aire y las normas de control del tráfico aéreo son aptitudes fundamentales para el piloto de líneas aéreas y le permiten realizar su trabajo correctamente.
Inglés aeronáutico: lenguaje de códigos
El lenguaje aeronáutico es, en esencia, muy similar a un lenguaje codificado. Este código no cambia si el avión sobrevuela Londres, Estambul, Hong Kong o Brasil y se conecta a la torre de control del tráfico aéreo local. El lenguaje de la aviación consiste en una mezcla de jerga profesional e inglés tradicional. El inglés aeronáutico tiene un alfabeto especial (del que le hablaremos en un momento) para la ortografía durante la conexión por radio e incluye también unos 300 términos aeronáuticos específicos.
Aprender a hablar por radio significa memorizar un gran número de abreviaturas que a menudo constan de tres letras y que se crearon cuando el único código utilizado para comunicarse era el morse y cuando, por tanto, los mensajes de radio debían ser lo más cortos posible.
El alfabeto de la aviación
El alfabeto aeronáutico de la OACI, también denominado con menos propiedad alfabeto de la OTAN, entró oficialmente en vigor el 1 de marzo de 1956 para normalizar la comunicación en el seno de las fuerzas aéreas a escala mundial.
Sin embargo, su historia comenzó en 1927, cuando la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) creó el alfabeto fonético para el servicio marítimo mundial. La estructura y la finalidad eran las mismas que las del alfabeto actual de la OACI, es decir, sustituir cada letra por una palabra: así pues, inicialmente se definió como el código «A-Amsterdam, B-Baltimore».
Con la Segunda Guerra Mundial, surgió la necesidad de un alfabeto que compartieran todos los servicios militares, es decir, el ejército, la aviación y la marina. El alfabeto se convirtió en «Able
Able-Baker’.
También el nombre derivó de las dos primeras palabras que lo componían.
En 1946, la Segunda Sesión de la División de Comunicaciones de la OACI quiso utilizar este alfabeto para los nuevos procedimientos de comunicación aérea, pero pronto se dio cuenta de la dificultad de entenderlo en ciertas regiones del mundo, como las grandes zonas sudamericanas. Por este motivo, laOACI decidió aprobar un alfabeto alternativo, el
Ana-Brasil.
Sin embargo, la coexistencia de dos alfabetos fonéticos creó muchos problemas en la comunicación: en 1947, laAsociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), representante de las compañías aéreas regulares, invitó a la OACI a realizar nuevos estudios para un alfabeto único de aviación. Dos años más tarde, la OACI presentó un nuevo alfabeto, creado gracias a la cooperación de los representantes de las compañías aéreas de la IATA y los representantes de los pilotos de líneas aéreas de la IFALPA y los pilotos privados de la FAT: era el nuevo alfabeto aeronáutico Alfa-Bravo, que entró en vigor en 1949.
Aunque el nuevo código era mucho mejor que el anterior, se seguía utilizando el Able Baker, lo que creaba bastantes problemas. Por ello, el alfabeto, que debía cumplir al menos tres requisitos, se puso de nuevo a prueba:
- era fácil de pronunciar y entender en todas las fases del vuelo y en todas las rutas aéreas del mundo;
- minimizó la posibilidad de errores;
- fue aceptada en todo el mundo por los Estados.
Así nació en 1956 el código de la OACI en la forma que conocemos hoy y que puede leer a continuación:
A (Alfa)
B (Bravo)
C (Charlie)
D (Delta)
E (Eco)
F (Foxtrot)
G (Golf)
H (Hotel)
I (India)
J (Julieta)
K (Kilo)
L (Lima)
M (Mike)
N (noviembre)
O (Oscar)
P (Papa)
Q (Quebec)
R (Romeo)
S (Sierra)
T (Tango)
U (Uniforme)
V (Víctor)
W (Whisky)
X (rayos X)
Y (Yankee)
Z (zulú)
Conocer el alfabeto aeronáutico, como puedes imaginar, es solo el principio para aprender a comunicarse en el aire: si quieres saber más y quieres conocer nuestra oferta docente, ponte en contacto con nosotros aquí o en nuestros canales sociales.
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