La historia del piloto automático
Corría el año 1914 cuando el primer piloto automático de la historia se mostró en acción en el «Concours de la Securité en Aéroplane» celebrado en París. Durante un vuelo sobre el Sena, Lawrence Sperry, que pilotaba un biplano, levantó las manos, mostrando a la multitud de espectadores que habían acudido al evento cómo el avión seguía siendo capaz de continuar volando en línea recta y a una altitud constante.
Lawrence era hijo del famoso inventor y empresario Elmer A. Sperry, al que hoy se suele llamar «padre de la moderna tecnología de navegación«.
La empresa de Elmer, Sperry Gyroscope, ha tenido el mérito de convertir el giroscopio en una tecnología utilizable para gobernar barcos, capaz de reducir el balanceo causado por las olas, sobre todo en condiciones difíciles.
El piloto automático giroscópico para aviones creado por su hijo Lawrence era una versión más pequeña y ligera del estabilizador giroscópico de su padre y no se parecía en nada al moderno software que se encuentra hoy en los aviones. Antes de llegar a la fiabilidad y complejidad de los pilotos automáticos actuales, hubo varias etapas en la historia, que nos gustaría resumir un poco aquí.
De la II Guerra Mundial a los primeros aviones de pasajeros: cómo cambió el piloto automático
Los primeros aviones equipados con piloto automático volaron ya en los años 30, pero fue la Segunda Guerra Mundial la que propició el desarrollo de importantes innovaciones en los sistemas de control automático, que se adoptaron entonces en los bombarderos de largo alcance.
El primer vuelo totalmente automático, con aterrizaje y despegue incluidos, lo realizó en 1954 un avión C-20 de Estados Unidos que cruzó el océano Atlántico.
Posteriormente, el piloto automático fue objeto de nuevos desarrollos, que le permitieron equiparse con algoritmos de control y mecanismos servohidráulicos mejorados. La incorporación de otros instrumentos, como los utilizados para la radionavegación, permitió volar con seguridad incluso de noche o con mal tiempo. En los sistemas de aviónica de los aviones actuales, además de los controles de vuelo clásicos, muchos pilotos automáticos también controlan el empuje para optimizar la velocidad y mueven el combustible de un depósito a otro para equilibrar el avión y mantenerlo en un reglaje óptimo.
Por qué el piloto automático es importante para la seguridad de vuelo
En el pasado, los pilotos tenían que mantener el estado de alerta durante todo el vuelo para viajar con seguridad. El piloto automático es la herramienta que ha permitido a los pilotos realizar largos trayectos sin correr el riesgo de sufrir los efectos de la fatiga o un fallo de concentración. Gracias a los avances tecnológicos, ahora podemos realizar vuelos alrededor del mundo con trayectos de hasta 12 horas de duración.
Hoy en día, el piloto automático ya no es privilegio exclusivo de los aviones de pasajeros: este instrumento también se instala en aeronaves más pequeñas, lo que permite a los pilotos volar con mayor facilidad y serenidad.
Un avión equipado con sistemas de piloto automático modernos y fiables es un plus importante en materia de seguridad: por eso nuestra escuela está equipada con aviones con piloto automático, lo que permite a nuestros alumnos familiarizarse con este equipo desde el primer momento. ¿Quiere saber más sobre nuestra flota y nuestra Academia? Póngase en contacto con nosotros.
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