Trabajo en equipo y liderazgo: su importancia en la profesión de piloto de líneas aéreas
Cuando se piensa en la profesión de piloto de líneas aéreas, a menudo se imagina que esta función sólo conlleva una responsabilidad individual y se pasa por alto el hecho de que el piloto en la cabina nunca está solo y nunca toma decisiones sin consultar también a otros profesionales y a su personal de a bordo.
Por eso, entre las aptitudes fundamentales del piloto están el liderazgo y la capacidad de trabajar en equipo. Pero, ¿qué hay que saber para ser un buen conductor como líder y como parte de un equipo? Averigüémoslo juntos.
Un piloto debe demostrar un liderazgo eficaz
Durante la formación de vuelo, se anima a los alumnos a asumir la responsabilidad de sus propias decisiones y acciones, tanto en situaciones relacionadas con el vuelo como en otros ámbitos.
Siempre empieza con consideraciones genéricas como «¿Por qué llegué tarde? ¿Fue por el tráfico o porque no pude organizar mi tiempo? ¿Por qué suspendí el examen? ¿Fue por culpa del profesor o simplemente no me preparé lo suficiente?».
La diferencia de perspectiva es enorme: en cuanto culpas a las circunstancias de tus errores o fracasos, estás diciendo que no tienes ningún control sobre el problema. Al asumir la responsabilidad, te estás diciendo a ti mismo«yo controlo esta situación«. Se trata, por supuesto, de un factor de seguridad muy importante en el mundo de la aviación.
Hay distintos tipos de líderes: en aviación, un piloto debe aspirar a ser un líder proclive a la colaboración y al trabajo en equipo, frente a la idea de liderazgo despótico o, por el contrario, de laissez-faire y, por tanto, de ausencia total de liderazgo.
El líder al que debe aspirar un alumno piloto es un maestro a la hora de equilibrar autoridad y humildad: involucra a los demás, pero es claro a la hora de transmitir sus decisiones e intenciones. Critica, pero también admite sus errores asumiendo su responsabilidad.
Trabajo en equipo: pilotar un avión de pasajeros es un trabajo de equipo.
En la aviación, la capacidad de hacer preguntas es de suma importancia. Esto se aplica a todos y cada uno de los miembros de la tripulación a bordo de un avión.
La tripulación de a bordo tiene asignada una misión común muy concreta: transportar pasajeros y carga de forma segura del punto A al punto B. La tarea es sencilla, lo que la hace compleja es el hecho de que los humanos no son robots orientados a una misión y, por tanto, los factores de estrés pueden cambiar por completo la dinámica de toma de decisiones y respuesta a los problemas.
En nuestra Academia, desarrollamos esta habilidad tanto en tierra como en el aire: en tierra, a los alumnos se les asigna el trabajo en grupo desde que comienzan su andadura hacia la obtención de la licencia PPL.
En vuelo, el trabajo en equipo lo es todo
¿Recuerda el milagroso aterrizaje en el río Hudson del vuelo 1549 de US Airways en 2009 conducido por el capitán Chesley Sullenberger alias Sully?
Es un buen ejemplo de excelente liderazgo y trabajo en equipo, que condujo a un resultado positivo en una situación difícil. Sullenberger hizo gala de un liderazgo y una toma de decisiones excepcionales, pero lo que muchos tienden a olvidar es el fantástico trabajo en equipo de la tripulación a bordo: sin la capacidad del primer oficial Jeffrey Skiles para centrarse en la tarea que tenía entre manos, el resultado podría haber sido distinto.
Este ejemplo basta para explicar cómo el liderazgo y el trabajo en equipo son dos caras de la misma moneda y para un conductor ambas son indispensables.
Para saber más sobre cómo desarrollamos estas capacidades, venga a la próxima Jornada de Puertas Abiertas.
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