Remachado y materiales compuestos: cómo se ensamblan los aviones

Desde el Airbus A330 hasta el Boeing 787, prácticamente todos los aviones comerciales se fabricaban hasta hace poco con revestimientos de juntas remachadas. Hoy en día, sin embargo, los aviones se ensamblan con materiales compuestos, incluidas las juntas y los refuerzos estructurales.

A lo largo de los años, se han probado muchos prototipos de aviones, han aumentado sus velocidades, se han modificado el tamaño y la forma de las alas, han evolucionado los componentes eléctricos y electrónicos y la autonomía ha aumentado considerablemente. Durante todo este tiempo, el remachado ha sido la técnica adoptada para la construcción de aviones. Sin embargo, el remachado es ahora una técnica obsoleta: los materiales compuestos se utilizan ahora ampliamente en aeronáutica.

Del remachado a los materiales compuestos

¿Quién ha trazado el futuro del sector aeroespacial con el uso de materiales compuestos? Fue la empresa estadounidense Cirrus Aircraft Corporation, con la producción del Cirrus SR20, el primer avión monomotor de pistón y ala baja construido en materiales compuestos, que comenzó en 1999.

En poco tiempo, la aviación comercial también siguió el ejemplo de Cirrus Aircraft: por eso hoy Airbus, con los A380 y A350, y Boeing, con el 787, han adoptado esta nueva tecnología, que ya está probada y se utiliza con frecuencia. En cuanto a la aviación ligera, otro fabricante, Tecnam Aircraft, va por el mismo camino que Cirrus y ha empezado a utilizar materiales compuestos para los fuselajes.

Veamos ahora juntos las ventajas de utilizar remaches y después las de utilizar materiales compuestos, para ver por qué estos últimos son el presente y el futuro de la aeronáutica.

Remachando

Cuando hablamos de uniones remachadas, nos referimos a la unión de dos componentes mediante un dispositivo de fijación conocido como remache. Existen diferentes tipos de remaches y todos ellos se utilizan para unir dos componentes de forma permanente.

Los aviones se han fabricado durante mucho tiempo con uniones remachadas porque las aleaciones de aluminio que se utilizan en su construcción no toleran bien el calor: el aluminio se debilita cuando se expone al calor de la soldadura, por lo que la mayoría de las empresas optaron primero por el remachado.

Las uniones remachadas también pueden ser muy fuertes: el uso de un remache conecta dos componentes desde el interior, lo que permite una unión fuerte y duradera. Los remaches también tienen otras ventajas para la industria aeroespacial, como la facilidad de inspección, mantenimiento y repetibilidad: de hecho, existen ciertas especificaciones que deben cumplir la mayoría de los remaches utilizados en la industria aeroespacial; estas normas ayudan a garantizar resultados predecibles.  

El uso de materiales compuestos

Sin embargo, la industria, como decíamos al principio, está adoptando cada vez más materiales compuestos para sustituir a la soldadura y el remachado. Aquí le explicamos por qué.

Las ventajas de utilizar un compuesto son sobre todo la ligereza y los bajos costes de fabricación: una vez creado un molde para un componente, puede reproducirse a muy bajo coste.

Además, los materiales compuestos permiten fabricar todo un fuselaje o las alas y los tubos de escape en una sola pieza, con claras ventajas en términos de resistencia.

Otro aspecto importante que demuestra que los compuestos son una técnica más que ventajosa para las empresas aeronáuticas se refiere a los resultados en términos de aerodinámica.

En el caso del remachado, cuando se construyen fuselajes o alas uniendo paneles de aleación de aluminio, se consiguen limitaciones estructurales que no permiten dar a las estructuras acabadas la forma que realmente se desea.

En cambio, con los materiales compuestos no existen tales límites y, por el contrario, es posible realizar lo que se desea sin problemas: esto ha permitido diseñar y construir fuselajes y alas con características aerodinámicas impensables hace tan sólo 20 años.

Gracias a estas formas revolucionarias, los aviones de hoy, con la misma potencia de motor, pueden viajar más rápido, consumir menos combustible, contaminar menos y, al mismo tiempo, cargar más carga y pasajeros. Y, por último, las empresas constructoras pueden producir hoy en día aeronaves de formas extremadamente más armoniosas, lo que supone una ventaja competitiva nada desdeñable en el sector.

Con aviones Cirrus y Tecnam, la flota de Professional Aviation está formada hoy total o parcialmente por aeronaves fabricadas con materiales compuestos, porque para nosotros es importante invertir en los fabricantes más avanzados para garantizar la seguridad y el máximo rendimiento a nuestros alumnos y clientes.